jueves, 1 de octubre de 2009

El Curioso Caso de Brad Pitt


Horror. Brad Pitt algun día se hará viejo y será feo. Y si no os lo creeis, ahí está el maravilloso mundo del cine para demostrar que os equivocais.



No recuerdo quien fue, pero alguien dijo: “El hombre debería nacer viejo, y morir joven”.Esta reflexión ya la hizo, casi un siglo antes, Scott F. Fitgerald, escritor y bebedor a partes iguales, que allá por el año 1921 escribió un relato titulado “El curioso caso de Benjamin Button”. En dicha historia, el tal Benji nace pansido y arrugado cual perro Shar-pei. Tiene aproximadamente 80 años, y sin embargo, acaba de nacer. Un punto de partida como minimo interesante para adaptar una historia al cine.

El proyecto en cuestión comenzó en los años 80, y fue pasando de mano en mano (entre ellas las de Steven Spielberg y Spike Jonze), para acabar -afortunadamente- en el regazo de David Fincher, un genio del arte visual. No quiero ni imaginarme como habría sido la película de haber sido realizada por Spielberg, y con esto me refiero al actual Spielberg, el vejete ese con gorra, autor de un bodrio infumable titulado “Indiana Jones 4 y no se que mas”. Desde que Steven descubrió el sexo anal con George Lucas, nada ha vuelto a ser igual. Pero el mundo en algunas ocasiones, se muestra justo, y el creador de “El Club de la Lucha” tomó las riendas del proyecto y se hizo con un elenco de actores solventes y en estado de gracia.

Y a partir de aquí la historia comienza. Con un esquema clásico, sin artificios ni golpes de efecto. Benjamin es abandonado al nacer en un geriátrico, donde se cría rodeado de ancianos, y por tanto, aprende a familiarizarse con la muerte como lo que es: algo natural. Tiene un rostro de anciano y la edad de un niño, que de algun modo, viene a ser exactamente lo que sería la vejez. Y aunque nadie le explica las cosas básicas que se les dice a los niños, o a los adolescentes, aprende todo del mismo modo que los que vamos en la dirección opuesta a la suya. Su primera experiencia sexual sucede en un burdel (como la de muchos de los que leeis esto, seguramente xD). Tiene su primer trabajo a la edad real de 17 años -aunque su edad física ronda los 63-. Se enrola en un barco y en uno de sus viajes, vive su primer beso en “un hotel pequeño pero de nombre grandioso: El Palacio de Invierno”. Como todos los que vamos camino de arrugarnos, Benjamin se enamora aunque, en su caso, al tiempo que su edad desciende. Le hieren. También el hiere alguna vez. Todo en su vida sucede del mismo modo que sucedería si hubiera nacido de forma común. La tragedia se palpa en la frase que le dice uno de los personajes, un pigmeo llamado señor xx: “Como todos los que somos diferentes, debes saber que pasarás mucho tiempo solo”. Asi, la película, se revela como una reflexión sobre la soledad y la diferencia, también sobre la muerte y el amor, aunque, por supuesto, cada uno es libre de hacer su propia interpretación. Pero en definitiva, la vida de Benjamin, aunque diferente e inversa, no deja de ser como cualquier otra vida, comienza, prosigue, finaliza. Lo mejor de todo, es lo que sucede en el medio.

2 comentarios:

  1. Como ya te dije en Amateurs, echaba de menos tus escritos ;) En cuanto a Benjamin Button, Brad Pitt, la vida, la muerte, la vejez, la juventud, la diferencia y la soledad, no sé, cada vez me afianzo en la creencia de que nadie es diferente a los demás, somos los demás los que hacemos a aquellos que se creen diferentes. Los humanos somos así, nos gusta hacer de algo que ya es complicado por sí solo, y me refiero a la vida, mucho más difícil. Al menos que sirva para aprender, crecer y, antes de haber muerto, vivir.
    un saludo!

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  2. un escritor gallego escribió un relato sobre un hombre que nacía viejo y moría joven, pero no recuerdo su nombre...ounch!

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