viernes, 2 de octubre de 2009

Los ultimos que los vieron vivos

" Además, esta es una región desolada. Y aquí, en las hondonadas pantanosas en que florecen tigridias del tamaño de la cabeza de un hombre, hay luminosos troncos verdes que brillan bajo las oscuras aguas cenagosas como cadáveres de hombres ahogados. A menudo el único movimiento que se distingue en el paisaje es el humo invernal que sale enroscándose de la chimenea de alguna granja de aspecto tétrico, o un pájaro de alas rígidas, silencioso y con ojos como flechas, volando en círculo por sobre los desiertos pinares. "


Soy alcoholico. Soy drogadicto. Soy homosexual. Soy un genio. No lo digo yo (aunque cumplo tres de los cuatro requisitos), esta célebre frase fue escrita por Truman Capote en su novela "Música para camaleones". Nacido bajo el signo de Libra en 1924, Truman pasó a la posteridad gracias a su célebre novela non-fiction "A sangre fría". En ella relata los hechos acontecidos alrededor del asesinato de la familia Clutter a manos de Dick Hickock y Perry Smith.

Mi interés por dicha novela se vio acrecentado tras ver la película Historia de un Crimen, dirigida por Douglas McGrath y que narra la historia de la concepción y creación de la novela, así como del crimen de los Clutter. En ella, se explica principalmente -y con mucha maestría- la relación de Capote con ambos asesinos, especialmente con Smith. La película comienza presentandonos a un Capote frívolo y despreocupado, tan solo interesado en si mismo, sus novelas, y los chismorreos de la alta sociedad neoyorkina, con quienes se relaciona. Cierto día, una noticia aparecida en The New York Times -periodico para el cual escribe- le despierta una extraña curiosidad. Se trata, por supuesto, del asesinato de la mencionada familia. Convence a su mejor amiga, Harper Lee (autora de "Matar a un ruiseñor") para que le acompañe en sus pesquisas a Holcomb, Kansas, lugar del crimen. Allí irá introduciendose, poco a poco, en la tranquila vida y rutinas de los lugareños, a través de los cuales comienza a perfilar lo que será su novela más importante.

Y entonces llegan ellos: Hickock y Smith. Valiéndose de sus contactos y de su magnética personalidad, consigue ganarse a ambos y convencerles de que colaboren con él para su libro, mientras esperan la sentencia del tribunal. Así, vamos conociendo la extraña relación y empatía que le unió a Perry Smith, asesino sensible que se consideraba a si mismo un "artista", y que termina por descubrir su lugar en el mundo gracias a su "Amigo Truman". Obviamente, esta "relación" cambia radicalmente la vida de Capote, que narrado desde el punto de vista de sus amigos, nunca volvería a ser el mismo.




Después del visionado de la película (como ya he dicho, bien hecha y con gusto), se me metieron en el cuerpo las ganas de leer la novela. No defrauda, desde luego. Escrito con una estructura que intercala los episodios de los asesinos y los de la familia Clutter, hasta que sus caminos se cruzan, y posteriormente, las investigaciones policiales intercaladas con la huida de Hickock y Smith hasta su captura, para terminar con la temporada de ambos en "El Rincon" (corredor de la muerte). Capote, alcohólico, drogadicto, homosexual y genio, no se equivocaba en absoluto con la autodefinición que acuñó en su novela. Si hay alguien que sabe escribir y que consigue que las palabras fluyan hasta hacerte desear no terminar nunca de leer sus novelas, ese es Truman.

A partir de ahora, yo tampoco volveré a ser la misma.

3 comentarios:

  1. !!Grande el puto alcohólico, drogadicto, homosexual y genio Truman!!

    ResponderEliminar
  2. Ciertamente, aunque Bukowski (salvo marica, todo lo demás) me hace más gracia.

    ResponderEliminar

Asaltos al Palacio